miércoles, 1 de mayo de 2024

La puntuación, la sintaxis y el amor: Leila Macor

El siguiente texto me lo compartieron en un taller de creación literaria.  

Se trata de un texto de la escritora Leila Macor, y que ha sido reproducido en varios diarios, blogs, revistas, e incluso programas radiales.  Este fragmento hace parte de su libro Nosotros, los impostores.  (Montevideo. Sudamericana 2010)

Me pareció un texto que tiene humor y muchos focos de reflexión, por lo cual lo comparto en este blog. 



La puntuación, la sintaxis y el amor

Leila Macor


Siempre que pongo un punto y coma sonrío. Me acuerdo de un amigo de mi hermano, a quien yo amaba como loca en mi adolescencia, que dijo una vez que un verdadero escritor se reconoce porque sabe usar el punto y coma.

Por supuesto comencé a usar frenéticamente el punto y coma, aunque él nunca se dio cuenta de mi pericia puntuadora.

Luego, en el colegio, escribía parodias de los poemas que estudiábamos en la clase de Literatura y las pegaba en la cartelera del salón, sólo para ver reír al chico del fondo que me gustaba y que no me hacía el menor caso, excepto cuando leía aquellas burlas gracias a las cuales yo existía un poquito para él.

Me enamoré después de un hippie. En consecuencia, un ejército de gnomos, hadas y plagiados cronopios tomó por asalto mis cuadernos, que por fortuna hice desaparecer de la faz de la Tierra.

Mi primer novio leía a Nietzsche: en aquel tiempo escribí herméticamente versos oscuros sobre simbólicas tarántulas que hoy día no consigo entender (y creo que en aquel momento tampoco).

Poeta

El siguiente fue un poeta para quien el punto y coma era tan feo e inelegante como una factura de la luz, los dos puntos un recurso vulgar destinado a un recetario de cocina y los paréntesis una trampa que esconde la incapacidad expresiva del escritor.

Así que punto y coma, dos puntos y paréntesis quedaron proscritos de mi escritura durante un par de años. Sólo después de mucho esfuerzo los logré reincorporar.

Algunos de los hombres que me gustaron no eran lectores y simplifiqué mis textos; otros eran intelectuales y entonces los academicé, llenándolos de citas de Heidegger y Schopenhauer que tomaba prestadas de mi agenda.

Una vez me enamoré de uno que amaba las oraciones cortas y las sentencias desadjetivadas; poco después me enamoré de otro que prefería el barroquismo y las descripciones delirantes: salté de Carver a Carpentier como quien cruza la calle.

Después tuve un novio fanático de Rimbaud y de Baudelaire y yo me puse por tanto agresiva y negativa.

Sándwich

Luego vino un chico que odiaba el «sándwich literario», que es cuando se coloca un sustantivo entre dos adjetivos (por ejemplo, la «enigmática casa antigua»). Ergo, me volví implacable con los adjetivos, cacé sándwiches y acabé con todos ellos.

El siguiente se la tenía jurada a los adverbios. Decía que son un bastón para apoyar a un verbo que no tiene suficiente fuerza.

Saqué adverbios y usé sólo verbos autoválidos.

Y otro abogaba por la eliminación de la palabra «como». La luna es un queso, no como un queso. El «como» ensucia la metáfora, decía, porque la transforma en una anodina comparación. Busqué entonces todos los «como» de mis archivos con Find and Replace y los borré de un manotón en el teclado.

Luego mi ex esposo se reveló como un gran admirador de Kundera y elogió las metáforas que «caen como un rayo iluminador sobre una escena».

Intenté por ende, y durante años, imitar el rayo iluminador de Kundera.

Pero ninguno de ellos se enteró jamás, lógicamente, de todo esto que se cocía entre la palabra y yo.

Desde que puedo recordar, la escritura ha sido mi forma más inadvertida, menos eficaz y peor orientada de coquetear.

Leila Macor

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Leila Macor es una escritora y periodista venezolana, que vivió en Montevideo, Uruguay, entre 1996 y 2011, autora de Lamentablemente estamos bien y Nosotros los impostores.​​Entre 2005 y 2008 escribió dos columnas en la revista impresa Vayven del diario El Observador. 


miércoles, 24 de abril de 2024

Detrás de cada poema hay una historia

Todo texto tiene un origen, una motivación, una causa y un efecto...

Pero dejemos que sea el escritor y cantautor Pala (Carlos Palacio) quien nos cuente esta historia:


Detrás de este poema hay una historia.

Cuando viajé por primera vez a Alemania, mi destino soñado no era Berlín o Munich, sino Maguncia, la Mainz cuyos orígenes se diluyen en la niebla de los milenios. Y una vez allí, mi destino no era el lustroso casco histórico o las célebres ruinas romanas, sino un museo: el Museo Gutenberg. Moría de ganas por acercar mis ojos a las primeras imprentas de tipos móviles.
La ilusión de esa mañana se parecía a la del niño de pueblo que fui cuando tenía paseo de día entero y conduje desde la frontera francesa emocionado y alerta. Pero como a la vida le tienen sin cuidado las ilusiones de nadie, encontramos que el museo estaba cerrado.
Con el corazón roto y haciendo pucheros, me refugié en un café de la plaza principal en donde se ponía en escena un pintoresco mercadillo de domingo.
De pronto y sin que lo advirtiera, el rumor de la lengua que los venteros y parroquianos desplegaban ante mí como un velo innintelegible, se apoderó del ambiente y me atrapó. Era el rumor de la lengua de Gutemberg. La lengua en la que concibió un mecanismo de engranajes y letras metálicas que cambió el curso de las otras lenguas. Y, sobre todo, la lengua a la cual sirvió la primera imprenta.
Los libros, las tipografías y los depósitos de tinta no se sirven de las palabras sino que sirven a ellas. Una lengua vive no porque haya libros escritos en sus fórmulas arbitrarias sino porque haya personas que hagan suya su gramática y la utilicen para instalar mercados dominicales y vender quesos a sus vecinos.
Y escribí este poema.

 


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Pala

Carlos Palacio (n. Yarumal, Antioquia, Colombia, 22 de mayo de 1969), es un compositor, cantante, guitarrista, poeta colombiano y Filólogo, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores letristas de su género en el país. Ganador del Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia y de los Premios Internacionales de Poesía Miguel Hernández, Antonio Machado, José de Espronceda en España, y recientemente el Premio Jaén de Poesía. En sus canciones no sólo hay uso de metáforas, humor e ironía, sino también intertextualidad con la creación estética de diversos artistas del canon universal. Sus temas principales son el amor, el carpe diem, la historia e idiosincrasia colombianas, y la urgencia de romper con una mentalidad conservadora, inquisitorial y ultracatólica.​

La chispa de Francisco de Quevedo

Es legendaria la agudeza de ingenio de Francisco de Quevedo. Hoy les comparto tres  divertidas anécdotas del gran escritor. (Tomado de Historias de la literatura)

📚

Un día un aprendiz insistió en leerle un par de sonetos que había escrito.

Tras leer el primero, Quevedo le dijo:

—El siguiente será mejor.

A lo que el aprendiz replicó:

—¿Cómo podeis saberlo, si aún no lo he leído?

Y Quevedo respondió:

—Sencillamente, amigo mío, porque es imposible que sea peor que el que acabo de escuchar.

📚📚

Un día paseaba Quevedo por las galerías del Real Alcázar, cuando un grupo de cortesanos que estaban allí le reconocieron, y, sabiendo de su habilidad para improvisar versos, uno le dijo:

—¡Quevedo, hacednos un verso!

El escritor le contestó:

—Dadme pie.

Quevedo pretendía una palabra o una idea, pero el cortesano lo interpretó literalmente y le acercó su pie.

El autor, sujetando el pie, improvisó:

—Paréceme, gran señor,

que estando en esta postura,

yo parezco el herrador

y vos la cabalgadura.

📚📚📚

Estando enfermo Quevedo durante su cautiverio en el Convento Real de San Marcos, en León, uno de los religiosos que lo cuidaban, le trajo un caldo que más que caldo era agua caliente.

El poeta empezó a decir:

—¡Bravo caldo, valiente caldo!

Ante la pregunta del religioso de porqué era valiente el caldo, Quevedo respondió:

—Porque no tiene nada de gallina.


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Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos 
(1580- 1645) fue un noble, político y escritor español del Siglo de Oro. Fue caballero de la Orden de Santiago a partir de 1618​ y señor de Torre de Juan Abad a partir de 1620. Junto con Luis de Góngora, con quien mantuvo una enemistad durante toda su vida, es reconocido como uno de los más notables poetas de la literatura española. Además de su poesía, fue un prolífico escritor de narrativa y teatro, así como de textos filosóficos y humanísticos.

jueves, 18 de abril de 2024

Decálogo literario Zadie Smith

 Decálogo de Zadie Smith

Tomada de El Tiempo.

I

Mientras seas pequeño, asegúrate de leer muchos libros. Dedica más tiempo a la lectura que a cualquier otra actividad.


II

De adulto, intenta leer tu propio trabajo como lo leería un extraño. O mejor aún, como lo leería un enemigo.


III

No rodees de romanticismo tu «vocación». O eres capaz de escribir buenas frases, o no. No existe eso del «estilo de vida del escritor», lo único que importa es lo que dejas en la página.


IV

Evita tus debilidades. Pero hazlo sin decirte a ti mismo que las cosas que no puedes hacer no valen la pena. No disfraces tu falta de confianza en ti mismo de desprecio.


V

Deja que pase un tiempo aceptable entre el proceso de escritura y el de edición.


VI

Evita las camarillas, las pandillas y los grupos. La presencia de la manada no hará que mejores como escritor.


VII

Trabaja en un ordenador que no tenga conexión a Internet.


VIII

Protege el tiempo y el espacio que dedicas a escribir. Mantén a todo el mundo lejos de tu espacio de trabajo, incluso a aquellas personas que son más importantes para ti.


IX

No confundas premios con logros.


X

Di la verdad. A través de cualquier forma en la que se te revele, pero dila. Resígnate a la eterna tristeza que proviene de nunca quedar satisfecho.

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Zadie Adeline Smith, de nacimiento Sadie Adeline Smith, (Londres, 25 de octubre de 1975)1 es una escritora, novelista, ensayista, y escritora de relatos cortos británica.​ 

Su primera novela, Dientes blancos se convirtió inmediatamente en un best-seller y ganó varios premios. Es profesora titular de la Facultad de Escritura Creativa de la Universidad de Nueva York desde septiembre de 2010.

miércoles, 3 de abril de 2024

Gramática del Asombro: Carlos Palacio. Premio Jaén de Poesía 2023

Esta semana me place compartirles dos poemas del escritor, filólogo, músico, cantautor y médico Carlos Alberto Palacio  (Pala), a quien conozco personalmente hace muchos años, y me honra con su amistad. 

Estos textos hacen parte de su último libro Gramática del Asombro, publicado por la editorial Hiperion y con el que ganó el premio Jaén de Poesía en el 2023





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Pala

Carlos Palacio (n. Yarumal, Antioquia, Colombia, 22 de mayo de 1969), es un compositor, cantante, guitarrista, poeta colombiano y Filólogo, considerado por la crítica especializada como uno de los mejores letristas de su género en el país. Ganador del Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura de Colombia y de los Premios Internacionales de Poesía Miguel Hernández, Antonio Machado, José de Espronceda en España, y recientemente el Premio Jaén de Poesía. En sus canciones no sólo hay uso de metáforas, humor e ironía, sino también intertextualidad con la creación estética de diversos artistas del canon universal. Sus temas principales son el amor, el carpe diem, la historia e idiosincrasia colombianas, y la urgencia de romper con una mentalidad conservadora, inquisitorial y ultracatólica.​

Pueden adquirir el libro en el siguiente enlace https://pala.com.co/tienda/

miércoles, 6 de marzo de 2024

Lanzamiento del libro 18 fotos.

El próximo 18 de marzo de 2024 tendrá lugar el lanzamiento del libro 18 FOTOS de la escritora Angela María Ramírez Gil. El evento será en la sala Mi Barrio del Parque Biblioteca de Belén. 


18 Fotos cuenta la historia de una mujer que ha tenido una relación distante con su padre, y recibe al morir este, una cámara fotografica de las antiguas, en la que descubre un rollo aún sin revelar.  Desconoce que fotografías fueron tomadas por su padre. También descubre que aun quedan 18 fotos por tomar.  Una idea fascinante para una novela.  

A continuación, con el permiso de la autora trascribo algunos apartes. 

Miro el celular. Ocho y dos. Salgo. La gente se ha multiplicado. El sol está tímido aún; debe ser por el cemento que me rodea. Las columnas del metro disimulan el exceso de luz en esta época. Hay un afán en el aire. En los seis metros que camino para llegar al local de las fotos, me zarandean dos veces, chocan con mis hombros y, como si el viento se llevara las palabras, un «disculpe» se arrastra hasta mis oídos.

—¿También revelan estos rollos? —pregunto de inmediato cuando entro al local.

Eso debí habérmelo cuestionado antes de crear todas estas expectativas, de fantasear con lo que mi papá tenía ahí, con lo que había visto, con lo que había grabado para mí, o tal vez no eran para mí las fotos y tan solo no las reveló porque lo ligaban a todo el pasado con mi mamá.

La mujer, vestida con delantal blanco, de cabello rubio con raíces oscuras y grumos de pestañina, exagerados para la hora y el trabajo, me dice que claro que me lo pueden revelar y que también aplica la promoción. Estira la mano y yo me aferro a los secretos —creo que lo son—.

—Pero es que tiene por ahí, no sé, ¿quince años? —le digo agarrando la Minolta.

—¿La cámara?

—El rollo. La cámara tiene muchos más. ¿Sí saldrá algo?

—¡Juan! —grita la mujer, y detrás de una cortina amarilla y negra, a juego con todo el local, aparece un hombre calvo y bajito, tiene una figura cuadrada. —Mirá, que esto tiene un rollo de quince años.

—O más —interrumpo.

—O más —repite ella.

El tipo nos mira como si fuéramos pelotas de pimpón y sonríe, alza las manos y dice que saldrán claras, pero saldrán, eso sí, si están bien tomadas.

—¿Es una réflex? —Se acerca, mira la cámara y la revisa—. Te quedan seis o dieciocho por tomar, depende del rollo.

—Dieciocho —respondo.

Estoy segura: las películas de treinta y seis salían más económicas. Era propio de mi papá.

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«Es un karma, un karma», me repetí. La muerte iba alcanzándome, y yo me rendía como si fuera una flor bajo un aguacero. Tomé la Minolta, la metí en una caja abajo del clóset donde pongo los zapatos y seguí con mi vida tan serena como pude. Y lo logré. Me acostumbré a los días tranquilos, a los momentos perfectos, esos en los que, sin necesidad de tener una persona al lado o una comida exquisita, yo estaba bien, feliz con mis carencias, en mi cama demasiado dura, en mi cuarto pequeño. Estaba tan conforme que los imbéciles del lunes me hicieron doler la cabeza, cuando en el tranvía empezaron a hablar de por qué uno de ellos no quería seguir con su novia.

«Es que es tan plana, parce». Me miré el pecho, fue un reflejo de la crianza machista que tuve. Me reí, pero luego el tipo aclaró su frase, y la risa se me disolvió: «Tiene una vida tan aburrida y plana que ya no puedo seguir con ella».

Yo, en todos los sentidos, soy una mujer plana. En la mañana llego siempre temprano. Las tres cuadras que tengo que caminar, de la estación al trabajo, me las paso en zigzag para no leer lo que entiendo mal, para evitar pasar por el edificio del que mi papá saltó porque mi trabajo queda ahí abajito. Creo que, por eso, al ver el letrero de revelado e impresión de fotos al 50 %, este me llamó la atención. Estoy cansada de tirarle blusas y trapos a la caja con la cámara cada que abro el clóset. Hay algo que me impide taparla del todo, y sin embargo no quiero verla. Por eso decidí revelar el rollo.

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 Agarro mi cámara. Luisa me dice que parezco una turista en Cartagena. Me quito la toca, me suelto el cabello y salgo al sol de las tres de la tarde que pega duro.

Bajo por todo Ayacucho. Me voy buscando la sombra, pero lo único que aplaca la luz amarilla es el tranvía. En el semáforo de la 35 paro. Está en verde. Miro a todos lados a ver si paso, pero un taxi aprovecha y mete pique antes de que cambie. Algo en el semáforo está mal, pero no soy capaz de reconocerlo hasta que me fijo bien. Capas y capas de cinta de embalaje sostienen el tablero de luces. Me río y le saco una foto. Los remiendos funcionan. Es posible que yo use algo así para arreglarme, para amarrar esas piezas flojas, esas que se me han ido quedando regadas con los años y las experiencias. Esas grietas que tengo las puedo sellar y tal vez funcionarían bien como el semáforo, como todo el mundo en una u otra etapa de su vida. La idea con la foto es acabar el rollo.

 

 Los esperamos este lunes 18 de marzo para las 18 fotos. (Entrada Libre)

 

Otras publicaciones de Ángela María Ramírez

  • Isolda/ Novela juvenil
  • Hojas amarillas/ Libro de poesía
  • La corredora/ Novela Juvenil
  • Toc, toc. ¿quién soy? / Libro de cuentos
  • La Campanella/ cuento/ Veinte y una narradoras, palabras rodantes
  • Escalas del sexto/ cuento Líneas cruzadas editorial Hilo de plata

Redes:

Instagram: AMR.escritoras
AMR.escritoras@gmail.com
WhatsApp 3122377247


miércoles, 28 de febrero de 2024

Mundo en llamas de Gustavo Adolfo Bedoya, obtuvo mención especial en concurso de cuento infantil

El 1 de junio de 2022 se llevó a cabo el evento de premiación del Primer Concurso de Cuento Infantil “Santiago Martínez Camacho”, de la Fundación Quimera (Ecuador).

En ese concurso hubo una “Mención Especial”, por el cuento “Mundo en llamas” de nuestro compañero, el profesor Gustavo Adolfo Bedoya Sanchez.




Los compañeros del Taller de escritores queremos hacer público este reconocimiento.

¡Felicitaciones Gustavo!

A continuación el enlace para leer el cuento:


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Gustavo Adolfo Bedoya Sánchez:  


Profesor universitario e investigador. Licenciado en literatura de la Universidad del Valle, con maestría en literatura colombiana de la Universidad de Antioquia y doctorado en historia de la Universidad Nacional. 

En el 2022 fue finalista del XVIII Certamen de Relatos “Pilar Baigorri” (España), segundo lugar en el “II Concurso Nacional de Cuento: Dagua Escribe” (Colombia), mención especial en el I Concurso Nacional de Cuento “Santiago Martínez Camacho” (Ecuador); y en el 2020 fue finalista de la VII Edición del Concurso “Cuentos cortos para esperas largas” (Colombia). Asimismo, es el autor del blog de reseñas:  https://guardopalabras.blogspot.com/





miércoles, 21 de febrero de 2024

De las babas al papel: Entrevista con Memo Anjel.

Quizas muchos conozcan a Memo por su programa radial "La otra historia" transmitido por Radio Bolivariana.  Otros lo conocen porque ha sido su profesor, y muchos otros por sus libros. 

Tengo el gusto de conocerlo y me siento honrado por su amistad. Un amigo de los que uno se siente orgulloso de tener. 

Esta semana comparto la entrevista que hace Pao Restrepo (La monita) al escritor antioqueño de raices sefaradíes. 




miércoles, 14 de febrero de 2024

18 fotos. Nuevo libro de Angela María Ramirez.

Esta semana nos complace compartir la llegada de un nuevo libro de la escritora antioqueña Angela María Ramírez, titulado 18 FOTOS una interesante novela corta que trata de una mujer joven a la que su padre le deja de herencia una vieja cámara de fotografias. Ella descubre que tiene un rollo adentro en el cual hay 18 fotografìas sin revelar. Pero también que tiene otras 18 por tomar.

Miremos el texto de la contraportada:

No todas las herencias son mansiones, empresas o cuentas bancarias, hay algunas más humildes, incluso podemos heredar animales, deudas, responsabilidades y hasta enfermedades. A Paula su padre le heredó una cámara y un rollo fotográfico a medias. Quedan dieciocho fotos por tomar, hay 18 imágenes desconocidas. Tiene que aprovechar una promoción le quedan pocas horas para revelar el pasado o para descubrir su presente.




En la novela "18 FOTOS" de Ángela María Ramírez, nos sumergimos en una historia íntima y conmovedora ambientada en la ciudad de Medellín, Colombia, en la época actual. La trama sigue los pasos de una auxiliar de enfermería cuya vida se ve marcada por una relación distante y conflictiva con su padre, quien la abandonó junto a su madre, víctima de cáncer.

La protagonista se encuentra en posesión de una cámara fotográfica heredada de su padre, la cual guarda en su interior un rollo sin revelar que contiene dieciocho fotos sin acabar. Impulsada por una promoción, decide aventurarse a capturar esas imágenes faltantes y revelar el rollo; desencadenando así un viaje emocional que abarca solo un día, pero que nos permite adentrarnos en su pasado a través de flashbacks reveladores.

La historia se desenvuelve principalmente en el pintoresco barrio de Buenos Aires, ubicado junto a la estación del tranvía, donde la protagonista reside y trabaja en un centro médico. A medida que avanza en su misión de completar las 18 fotos, se ve obligada a confrontar sus propios demonios internos y a enfrentarse a los recuerdos dolorosos que ha estado evitando.

"18 FOTOS" es una novela que destaca por su narrativa sencilla pero profunda, sin adornos innecesarios. Ángela María Ramírez logra transmitir con maestría la complejidad de las relaciones familiares, el proceso de sanación emocional y la búsqueda de identidad personal a través de una trama cautivadora y honesta.

Este es el séptimo libro que sale bajo el “sello de AMR. escritoras

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Título de la obra: 18 FOTOS
Autor: Ángela María Ramírez
Género: Novela corta
Páginas: 132
Año de publicación: 2024

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AMR Escritoras es un proyecto de escritura que une dos generaciones, la madre, Angela María Ramírez, y la hija, Abril Mejía Ramírez, en la pasión por la narrativa. Angela se adentra en novelas y cuentos, explorando las peculiaridades de la vida cotidiana y las excentricidades que definen a los personajes, presentándolos como comunes pero únicos, camuflados en la multitud. Su última novela, "La Corredora", desafía la realidad al seguir la vida de una joven artista que afirma volar por las noches y salvar vidas en la Antípoda, abordando sinestesias, rarezas y las luchas internas mientras navega por el complejo laberinto de la depresión y la transición a la adultez. Además, "Toc, Toc, ¿Quién Soy?" es un libro de cuentos que explora las particularidades psiquiátricas de sus personajes, desde marcadas hasta sutiles, incluso adentrándose en lo macabro.


Por otro lado, Abril, ha publicado dos libros y ha sido ganadora de varios concursos de cuento. Su creatividad se materializa en su novela juvenil "Los 10 Elementos", en proceso de edición.

AMR Escritoras tiene como objetivo proporcionar una plataforma para la publicación y difusión de aquellos que deseen explorar temáticas distintas y fuera de lo convencional, fomentando la diversidad y la originalidad en la narrativa. Juntos, buscan crecer y consolidarse como una oportunidad diferente en el mundo literario.

En los últimos años han salido siete los libros bajo el nombre de AMR escritoras, “nos estamos preparando para mejorar nuestros textos y apoyar a otras que se inician en el camino de las letras y que, por muchas circunstancias, entre ellas las económicas, están publicando sin ningún tipo de edición. Esperamos transmitir nuestros conocimientos y lograr que tanto nuestros libros como los de ellas se conviertan en un producto de calidad literaria y visual digno de ser distribuido y leído en cualquier parte”.


AMR OBRAS

Ángela María Ramírez
  • Isolda/ Novela juvenil
  • Hojas amarillas/ Libro de poesía
  • La corredora/ Novela Juvenil
  • Toc, toc. ¿quién soy? / Libro de cuentos
  • La Campanella/ cuento/ Veinte y una narradoras, palabras rodantes
  • Escalas del sexto/ cuento Líneas cruzadas editorial Hilo de plata
Abril Mejía Ramírez
  • Casiopea, la bruja de las letras. /ganadora del 1er puesto Pedrito Botero
  • Francia rosa/ ganador concurso nacional de cuento Ministerio de educación
  • Los duendes/ ganador del Concurso Nacional bibliotecas EPM
  • Alitas de cobre / Cuento
  • Papá Noel tiene diabetes/ Cuento

Redes:

Instagram: AMR.escritoras
AMR.escritoras@gmail.com

WhatsApp 3122377247

miércoles, 7 de febrero de 2024

Entrevista a la escritora y artista Male Correa

Conocí a Male Correa hace algunos años, cuando fuimos invitados al municipio de Donmatias para un evento que se llamó "Derroche de cuentos". Ella acudía con el grupo del Taller Literario del profesor Luis Fernando Macías.  

Desde entonces quedé enamorado de su prosa y de su creatividad.  Posteriormente conocí varios de sus trabajos. (ver No es tan gallina porque adivina). 

Hace poco lanzó un bello libro "Dosconocidos" que trata de su reencuentro con su padre. Un bellísimo libro que recomiendo plenamente. (Editorial Otrabalsa)

A continuación comparto la entrevista de "la monita" (Pao Restrepo) a la artista. 


Les dejo el enlace para que conozcan tanto su obra plástica como sus textos Male Correa. 

miércoles, 31 de enero de 2024

Entrevista a Emperatriz Muñoz (escritora).

Emperatriz Muñoz Perez  es una de las mejores escritoras antioqueñas. 

Ha publicado las novelas La casa en el barrio (Editorial Universidad de Antioquia, 2013) y El asunto, y el libro de cuentos A Dios le dio Alzheimer y otros cuentos. Algunos de sus relatos han sido publicados en las revistas Generación de El Colombiano; Odradek, el Cuento; Puesto de Combate y Ficción, la Revista, y en los libros Trabajos de taller: Taller de creación literaria Universidad de Antioquia, Memorias del XII encuentro de poetas de la zona noroccidental de Medellín y Antología de cuentos: Talleres literarios 2010, Red Nacional de Talleres de Escritura Creativa. Durante varios años perteneció al Taller de Creación Literaria de la Universidad de Antioquia. 

A continuación les compartimos la entrevista que le hizo Pao Restrepo ("la monita") a esta excelente escritora. 




miércoles, 24 de enero de 2024

Entrevista a Reinaldo Spitaletta

Reinaldo Spitaletta es un escritor antioqueño muy conocido en los medios de comunicacion. Periodista, columnista en varios periódicos de la ciudad, director del programa "Medellin Anverso y Reverso" de Radio Bolivariana.  Esun caminador incansable, amante de la historia y un excelente fotógrafo que comparte en sus redes sociales su visión de ciudad.   

A continuación compartimos una amena entrevista que le hizo Pao Restrepo "La monita" .  Espero la disfruten. 

miércoles, 17 de enero de 2024

Las bambalinas del escritor. Abelardo Castillo

 Las bambalinas del escritor

Por Abelardo Castillo

No hay escritor que en los días inmodestos de sus primeros versos no imagine la edición de sus obras completas, vasta colección en papel biblia que lo salvará de la muerte y el olvido. También  suele prever su biografía, poblada de mujeres, escándalos, críticos estúpidos y anécdotas wildeanas. Uno tiene veinte años y no lo desanima el hecho de que, para que sucedan estas cosas, deba todavía vivir, escribir, y sobre todo morirse. Cuando se llega a mi edad, ciertas fantasías empiezan a materializarse, pero resultan muy inferiores a su original platónico.

Un autor que ha publicado tres novelas, algunas obras de teatro, unos cincuenta cuentos, un  centenar de notas y pequeños ensayos, debería poder referirse a su oficio sin parecer apresurado  o megalómano, pero exactamente en este punto empieza mi problema: hoy tengo tan pocas certezas sobre la literatura como cuando era adolescente. No sé nada acerca de qué es, ni por qué se hace, ni cómo se hace un poema, una novela o una obra de teatro. Cuando quiero impresionarme a mí mismo, simulo poseer una teoría sobre el cuento. Es la misma que inventó Poe, que repitieron Quiroga y Maupassant, que puso en práctica Chéjov. Una especie de decálogo personal, que puede enunciarse así:

– Si usted imagina que doscientas páginas son un trabajo literario más serio que diez, nunca escribirá un buen cuento, ni siquiera uno malo, quizá tampoco una novela.

– Si empieza a escribir sin saber adónde va, tal vez tenga suerte y consiga vender eso como literatura de vanguardia; si sabe adónde va, el día menos pensado escribirá un cuento.

– Si ve que un señor se cae en la calle y se pregunta qué hará cuando se levante, puede que usted sea novelista o incluso filósofo; un cuentista sólo piensa: ¿por qué se cayó?

– Si cree que el célebre texto de Monterroso sobre el dinosaurio es un cuento, usted debe leer la crítica a Nathaniel Hawthorne, de Poe, o, en su defecto, la Filosofía de la composición, en lo referido a la brevedad indebida; y si en vez de dinosaurio su memoria se empecina en leer:  “Cuando se despertó, el unicornio todavía estaba allí”, usted habrá mejorado mucho la imagen de  Monterroso y, aunque nunca escriba un cuento, tal vez tenga condiciones para el haikú.

– Si tiene tendencia a escribir cristal, en vez de vidrio; rostro, en vez de cara; ascender, en vez de subir; o utiliza ex presiones como ¡bingo!, pantaletas, carrusel, dése una vueltita por el mundo real.

– Una palabra innecesaria puede estropear un buen cuento; una página innecesaria estropea a un buen lector.

– Si un cuento ajeno le gusta mucho, escríbalo otra vez usted mismo: existen ejemplos ilustres.

Si, por último, ha reparado en que el anterior decálogo sólo tiene ocho o nueve preceptos, dedíquese con entusiasmo a la crítica literaria.


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Ser escritor recoge escritos breves del argentino Abelardo Castillo (1935-2017), dramaturgo, cuentista notable, formador de escritores en talleres literarios. El libro, editado por Seix Barral,  incluye perfiles de escritores, consejos, memoria sobre el oficio, anécdotas, críticas.

miércoles, 10 de enero de 2024

Microrelato. Definición y ejemplos.

 Un microrrelato (también, microcuento) es un texto breve en prosa, de naturaleza narrativa y ficcional que, usando un lenguaje preciso y conciso, se sirve de la elipsis para contar una historia sorprendente a un lector activo.​ 

Los términos microcuento, cuento brevísimomicrorrelato minicuento son las denominaciones dadas para un conjunto de obras diversas cuya principal característica es la brevedad de su contenido.​ 

Se carateriza por: 

  • Extensión breve
  • Por lo general no describe lugares, personajes.
  • Se fundamentan en hechos o acciones (o consecuencias)
  • Tienen un marcado uso de figuras literarias. 
  • Se apoyan en la intertextualidad (lo que no se dice pero el lector conoce)
  • Tienen un desenlace sorpresivo y semi oculto (no directo)
  • Implican la participación del lector. 
  • El título, en ocasiones, hace parte de la  historia.  


Miremos algunas definiciones:  


"... un tipo de relato extremadamente breve. Se diferencia del cuento en que carece de acción, de personajes delineados y, en consecuencia, de momento culminante de tensión (...) No se ajusta a las formas breves de la narración tradicional como la leyenda, el ejemplo, la anécdota. 

Como juego ingenioso de lenguaje, se aproxima al aforismo, al epigrama y a la greguería. Posee el tono del monólogo interior, de la reveladora anotación de diario, de la voz introspectiva que se pierde en el vacío y que, al mismo tiempo, parece querer reclamar la permanencia de la fábula, la alegoría, el apólogo. El desenlace de este relato es generalmente una frase ambivalente o paradójica, que produce una revelación momentánea de esencias.

Por este motivo, pudiera decirse que participa del lirismo del poema en prosa, pero carece de su vaguedad ensoñadora. Se acerca más bien a la circularidad y autosuficiencia del soneto. Porque trata de esencias, participa también de la naturaleza del ensayo. Se distingue de éste, sin embargo, porque algún detalle narrativo lo descubre como ficción".

Dolores Koch,(1986)

 

“un texto narrativo con sentido completo, en el que se cuentan una o más acciones, en un espacio no mayor de veinticinco renglones, contentivo cada renglón de no más de sesenta caracteres, esto es, una cuartilla”.       

Armando José Sequera (1990) 


"... su mínima pero difícil composición, que exige inventiva, ingenio, impecable oficio prosístico y, esencialmente, impostergable concentración e inflexible economía verbal, como señala José de la Colina,  para los que él llama `cuentos rápidos'. La minificción no puede ser poema en prosa, viñeta, estampa, anécdota, ocurrencia o chiste. Tiene que ser ni más ni menos eso: minificción. Y en ella lo que vale o funciona es el incidente a contar. El personaje, repetidamente notorio, es aditamento sujeto la historia, o su pretexto. Aquí la acción es la que debe imperar sobre lo demás". 

Edmundo Valadés (1990) 



A continuación replicamos algunos ejemplos de microcuento.  

TABU
El ángel de la guarda le susurra a Fabián, por detrás del hombro:
-¡Cuidado, Fabián! Está dispuesto que mueras en cuanto pronuncies la palabra zangolotino.
-¿Zangolotino? -pregunta Fabián azorado.
Y muere.
Enrique Anderson-Imbert.
(Las pruebas del caos)

OPUS 8
Júrenos que si despierta, no se la va a llevar -pedía de rodillas uno de losenanitos al príncipe, mientras éste contemplaba el hermoso cuerpo en el sarcófago de cristal-. Mire que, desde que se durmió, no tenemos quien nos lave la ropa, nos la planche, nos limpie la casa y nos cocine.
Armando José Sequera.
(Escena de un Spaguetti Western)

ALAS
Yo ejercía entonces la medicina en Humahuaca. Un tarde me trajeron un niño descalabrado; se había caído por el precipicio de un cerro. Cuando para revisarlo le quité el poncho vi dos alas. Las examiné: estaban sanas. Apenas el niño pudo hablar le pregunté:
-¿Por qué no volaste, m'hijo, al sentirte caer? 
-¿Volar? -me dijo- ¿Volar,  para que la gente se ría de mí?
Enrique Anderson-Imbert
(El grimorio)

Leer otros microcuentos: 

miércoles, 3 de enero de 2024

Frankestein o el moderno Prometeo

Transcribo un texto muy interesante que encontré en Facebook, del cual desconozco su autor. Se  conceden los respectivos créditos.

Frankenstein o el moderno Prometeo

El término ‘Ciencia ficción’ fue acuñado en 1924 por el escritor Hugo Gernsback (Los Hugo Awards, se llaman así en su honor). Antes de ello se las solía encasillar en ‘Narrativa especulativa’ o confundirlas con novelas fantásticas. El género en sí es atemporal e imaginario, un abanico tan grande como difusos son sus límites. El hecho que su narrativa deba tener un sustento científico, aunque sea especulativo, no ayuda a acotar los textos que se puedan considerar pertenecientes al género.
Utopía de Tomás Moro en 1516 y Somnium de Johannes Kepler en 1634, son los primeros embriones del género. Otros autores que coquetearon con la ciencia ficción fueron Cyrano de Bergerac, Daniel Jost de Villeneuve, Louis-Sébastien Mercier, el Barón de Münchhausen y Luciano de Samosata. Pese a estos adelantados, hay una coincidencia tácita en reconocer que la Ciencia ficción nació de la mano de Mary Shelley el 17 de junio de 1816.

Mary Wollstonecraft Godwin, una joven londinense cuya madre murió durante su nacimiento, fue criada de manera liberal por su padre, el filósofo y novelista William Godwin, ambos hechos marcarían su carrera literaria. Su relación con Percy Bysshe Shelley fue conflictiva a título personal pero literariamente inspiradora. Percy, al tiempo que era su pareja, mantenía relaciones con su ex esposa y coqueteaba abiertamente con Claire, hermana de Mary. Percy incluía a Mary en toda reunión a la que fuera invitado ‘era un lujo ser acompañado por una joven e inteligente mujer’.

En el comienzo del siglo XIX se vivía el despertar de la revolución industrial, la sociedad erudita debatía las consecuencias morales y científicas de los severos cambios que se avecinaban. En 1814. Mary conoció al joven científico Andrew Crosse, quien aseguraba que con electricidad podía dar vida a objetos inertes y devolverla a humanos fallecidos. Era tal el misterio que envolvía a la electricidad que todo era posible. Se acercaban una sucesión de eventos en la vida de Mary, que sembrarían el gen de su maravillosa obra.

Estando en Suiza, visitó el castillo de Frenkenstein, donde conoció a Johann Conrad Dippel, quien le comentó sobre sus experimentos con cuerpos humanos. Otro hecho importante en la vida de Mary, fue la pérdida de un embarazo a principios de 1816. En esos años era muy común que las mujeres murieran en el parto, o el nacimiento de fetos muertos, transformando el nacimiento de un hijo en un hecho tortuoso y atemorizante. Con todos estos hechos en su mente, Mary y Percy fueron invitados por Lord Byron a pasar unos días en la mansión Villa Diodati, a orillas del lago Lemán en Suiza. En realidad, Byron quería encontrarse con Claire, la hermana de Mary, pero decidió mantener las formas.

El verano de 1816 fue atípico en el hemisferio norte, tan atípico que no hubo verano. Todo el año se vio empañado por un invierno volcánico provocado por la erupción del monte Tambura en Indonesia. Sin poder disfrutar del sol ni el lago, los días de Mary, Percy y Claire en la estancia de la Villa Diodati se fueron tornando tediosos y monótonos. Once días después, se sumaron Lord Byron y su amigo médico, John Polidori.

La noche del 17 de junio, los cinco habitantes se entretuvieron leyendo Fantasmagoriana, una antología de cuentos de terror. Byron interrumpió la monótona velada con una idea: que cada uno escribiera su propia historia de terror y luego la compartieran. El poeta inglés no estaba interesado en lo que pudieran escribir alguna de las jóvenes o el médico sin talento literario. Buscaba lucirse o competir con Percy, pero lo que ocurrió esa noche fue una sorpresa para todos.
Cumplido el plazo los resultados fueron impensados, Byron, Claire y Percy no completaron el pedido, es más, apenas pasaron la primera página. Los dos relatos terminados eran los de Polidori y Mary. El texto del médico hablaba de unos seres similares a los Vampiros, primera referencia literaria que se tenga sobre ese tema. Fue el relato de Mary el que sorprendió a todos, sin nombre aún, había nacido Frankenstein. Los tres amigos coincidieron e insistieron en que el relato debía ser ampliado y publicado.

La novela de terror gótico explora los misterios de la creación, evoca el mito clásico del Titán que crea un hombre de arcilla. A diferencia del mito, no es Dios quien castiga al falso creador, sino su propia criatura. Está presente el miedo a las consecuencias de las nuevas tecnologías y los límites morales de quienes las manejan. El libro Frankenstein o el moderno Prometeo salió a la venta en Londres el 1 de enero de 1818.

En 1831 salió una nueva edición corregida y ampliada en la que participó su esposo Percy. Muchos años después, en la biblioteca Bodleiana de la Universidad de Oxford, se encontró el manuscrito original de 1817, mucho más descarnado y oscuro que la versión definitiva, lo que permitió reediciones que mostraron esa fantasía científica tal cual la pensaba Mary Shelley.