miércoles, 24 de agosto de 2022

Decir o mostrar, en literatura

 DECIR O MOSTRAR, EN LITERATURA



Por Carlos Alberto Velásquez Córdoba

Escoge entre estos dos fragmentos:


Texto 1.
Un hombre estaba muy angustiado porque un asesino intentaba entrar por la ventana, y tomó el teléfono pidiendo ayuda urgente a la policía

Texto 2
—¿Aló? ¿policía? ¡Por favor manden ayuda! Un hombre está forzando la ventana. Vengan pronto. ¡Me van a matar!


¿Cuál escogerías?

En ambas hay la misma información: Una víctima angustiada, un asesino, una ventana y un teléfono para llamar a la policía.

En la primera, un narrador te traduce la escena para que la imagines. En la segunda no te das cuenta de que hay un narrador porque el protagonista está metido en tu cabeza. Las imágenes llegan a ti directamente, sin intermediario.

Esa es la magia que tenía Shakespeare. No te decía que Romeo era volátil en sus amores. Te lo mostraba: tan pronto Romeo se lamentaba del desamor de Rosalind, ya estaba suspirando por Julieta. En ningún momento Shakespeare dijo que la tragedia se trataba de dos adolescentes enamoradizos que se dejaban llevar por las emociones. Los mostró magistralmente.


Por el contrario, otros autores describen las cosas de manera en que los personajes son solo un reflejo de lo que el narrador ve y escucha. Un ejemplo típico es Julio Verne. Describe minuciosamente los personajes, lo que visten, lo que hacen, lo que observan, lo que comen, o lo que construyen. Historias muy apasionantes, narradas por alguien que parece presenciarlo todo como espectador pasivo.

No puedo decirte cual forma es la mejor para narrar, pero si te gusta escribir, es necesario que seas consciente de la forma como estas narrando tus historias.


¿Estas dejando que el lector las imagine, a partir de tus personajes? ¿o tu narrador actúa como el intérprete de lo que sucede en la historia? ¿Dejas que el lector se meta en el cuento, o prefieres que él lo conozca a través de tu voz?

Posiblemente encontrarás que cada situación tiene una mejor forma de contarlo. No puedo decirte cual es la mejor. Por eso te propongo un reto. Cada que escribas una historia, piensa en cómo te gustaría que te la contaran. No escribas pensando en la historia que quieres contar, sino pensando en la historia que te gustaría que te contaran a ti.

Con un poco de practica lograrás textos grandiosos.

Carlos Alberto Velásquez Córdoba

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